sábado, 21 de abril de 2007

Una abstracción


Una imagen tan común como la de la foto parece tan real como lo que podemos ver desde una ventana, pero es sólo una abstracción. Al igual que una palabra, una partitura o una planta de una arquitectura.

Lo cierto es que el ser humano necesita de esas abstracciones para domesticar la realidad, sentirse seguro y emocionarse. A través de ellas el hombre aprende pues tratan cuestiones generales y no puntuales. Por ejemplo en cuestión filosófica, la materia es la realidad inexpresable y a partir de ellas realizas una abtracción, por eso depende de la experiencia, no como principio del conocimiento, sino como fuente para teorizar sobre algo. De esta manera surgen ideas tan antagónicas como las de Hume y Kant.

Personalmente me parece que lo más importante no es estudiar la abstracción y lo palpable por separado, sino comprender la unión de ambas. Por ejemplo, reconocer la situación de un fotógrafo en la planta de un edificio sólo viendo la foto, el saber como suena una obra sin tocarla.

Por último, creo que lo necesario en una obra de arte es expresar algo (lo cual no puede ser sin un medio abstracto) donde la abstracción este unida a la realidad, pues de nada sirve hacer una seccion equilibrada cuando las distancias hacen que no tenga ninguna conexión con el sistema cónico, o en un espacio suficiente para que el visitante recuerde su recorrido y sienta la belleza de la composición.

jueves, 19 de abril de 2007

Samuel Taylor Coleridge

¿Y si durmieras?
¿Y si en tu sueño soñaras?
¿Y si soñaras que ibas al cielo?
Y allí recogías una hermosa y extraña flor.
Y si cuando despertaras tuvieras la flor en tu mano.
Ah entonces que.

martes, 17 de abril de 2007

"El peligro" Revolver

"El peligro" es una de las grandes canciones del cantautor Carlos Goñi. Personalmente esta canción me habla acerca de el camino que cada persona recorre, nuestro sitio, nuestro entorno que nos describe y que nos hace sentir completamente plenos. Me dice que el peligro es no saber nunca cual es tu camino. Para que has venido al mundo. Cual es tu misión. Que y quienes te hacen feliz.
Nos dice que todos estamos aquí dentro que por mucho que observemos, incluidos dentro del mismo laberinto y por ello nadie deja o no de sufrir. Me parece realmente impresionante el siguiente párrafo:
"El peligro es cuando queman las entrañas
por amor o desamor que más me da,
y el valor se te hace escarcha
y el aire explota y amarga
en tu pecho por la mujer que se va"
Para nada lo entiendo desde el amor, lo ejemplifica con ello para hacerlo más comprensible. En mi opinión se refiere a los momentos en los que queda palpable que el alma existe, no somos capaces de contener nuestro interior, la realidad te supera y actuas por impulsos.
Carlos no sólo emociona por su sonido si no también por las letras de sus canciones.
"El peligro no es cuestión de un par de golpes,
El peligro es no saber a donde ir.
El peligro es no encontrar jamás tu sitio
y sentir que ya llegaste sin salir.
El peligro es el fantasma que planea
sobre aquello que juraste un día alcanzar,
y te ata de las manos
mientras graba en tu pellejo
una cifra, una letra y a volar,
una cifra, una letra y a volar.
Y correr dicen que es cosa de cobardes,
pero todos somos carne de cañón;
yo lo soy y no me importa
confesar que más que nadie,
pero aquí­, quién no es cobarde por amor?,
pero aquí­, quién no es cobarde por amor?
El peligro es perder a quien se ama
con la furia que desata el huracán,
comprobar que en casa ya no espera nadie
y que no hay nadie a quien puedas esperar,
y que no hay nadie a quien puedas esperar.
Y correr dicen que es cosa de cobardes,
pero todos somos carne de cañón;
yo lo soy y no me importaconfesar que más que nadie,
pero aquí­, quien no es cobarde por amor?,
pero aquí­, quien no es cobarde por amor?
El peligro es cuando quema las entrañas,
por amor o desamor, que más me da?,
y el valor se te hace escarcha
y el aire explota y amarga
en tu pecho por la mujer que se va,
en tu pecho por la mujer que se va."

lunes, 16 de abril de 2007

"El buscador"

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como un buscador...Un buscador es alguien que busca; no necesariamente alguien que encuentra.Tampoco es alguien que, necesariamente, sabe qué es lo que está buscando. Es simplemente alguien para quien su vida es una búsqueda.Un día, el buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Había aprendido a hacer caso riguroso de estas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo. Así que lo dejó todo y partió.Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos, divisó, a lo lejos, Kammir, Un poco antes de llegar al pueblo, le llamó mucho la atención una colina a la derecha del sendero. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadores. La rodeaba por completo una especie de pequeña valla de madera lustrada.Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar.De pronto, sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en aquél lugar.El buscador traspasó el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles.Dejó que sus ojos se posaran como mariposas en cada detalle de aquel paraíso multicolor.Sus ojos eran los de un buscador, y quizá por eso descubrió aquella inscripción sobre una de las piedras:
Abdul Tareg, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días
Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que aquella piedra no era simplemente una piedra: era una lápida.Sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en aquel lugar.Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado también tenía una inscripción. Se acercó a leerla. Decía:
Yamir Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas
El buscador se sintió terriblemente conmocionado.Aquel hermoso lugar era un cementerio, y cada piedra era una tumba.Una por una, empezó a leer las lápidas.Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto.Pero lo que lo conectó con el espanto fue comprobar que el que más tiempo había vivido sobrepasaba apenas los once años...Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar.
El cuidador del cementerio pasaba por allí y se acercó.Lo miró llorar durante un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.-No, por ningún familiar —dijo el buscador—. ¿Qué pasa en este pueblo? ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué hay tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que les ha obligado a construir un cementerio de niños?El anciano sonrió y dijo:
- Puede usted serenarse. No hay tal maldición. Lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré...:
“Cuando un joven cumple quince años, sus padres le regalan una libreta como esta que tengo aquí, para que se la cuelgue al cuello. Es tradición entre nosotros que, a partir de ese momento, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella:
A la izquierda, qué fue lo disfrutado.A la derecha, cuánto tiempo duró el gozo.
Conoció a su novia y se enamoró de ella. ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla? ¿Una semana? ¿Dos? ¿Tres semanas y media...?Y después, la emoción del primer beso, el placer maravilloso del primer beso...¿Cuánto duró? ¿El minuto y medio del beso? ¿Dos días? ¿Una semana?¿Y el embarazo y el nacimiento del primer hijo...?¿Y la boda de los amigos?¿Y el viaje más deseado?¿Y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano?¿ Cuánto tiempo duró el disfrutar de estas situaciones?¿Horas? ¿Días?
Así, vamos anotando en la libreta cada momento que disfrutamos... Cada momento.
Cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es para nosotros el único y verdadero tiempo vivido".

domingo, 15 de abril de 2007

"El profeta" Khalil Gibrán

Hoy he tenido el placer de asistir a una ceremonia nupcial muy particular en la que se ha leído un texto extraído de "El Profeta" de Khalil Gibrán. El fragmento es el siguiente:
Permitid que haya espacios en vuestra unión y dejad que los vientos dancen entre vosotros.


Amaos el uno al otro, más no hagáis del amor una prisión. Es preferible que sea un inquieto mar entre las playas de vuestras almas.


LLenad el uno la copa del otro mas no bebáis de una sola.


De vuestro pan convidaos, pero no comáis de la misma hogaza.


Cantad y bailad juntos, sed alegres, pero dejad que cada uno esté solo, así como lo están las cuerdas de un laúd a pesar de estremecerse con la misma música.


Ofreceos el corazón, pero que cada cual sea su fiel guardián, porque únicamente la mano de la vida puede contener vuestros corazones.


Realmente bello.